lunes, 28 de mayo de 2012

El porqué de mi sentir

A veces la vida te hace dar vueltas para que encuentres tu camino. Cuando yo era pequeña, quería elaborar cosas para poder ayudar a las personas, Lo primero que se me ocurrió fue un crecepelo para mi padre, el pobre se estaba quedando calvo. Al final conseguí un “mejunje” que limpiaba de maravilla las alfombras de fibra de coco. Cuando se terminó no supe repetirlo, no apunte la formula, aiixxsss!
Cuando estudiaba, mi padre siempre se interesaba por saber algo de lo que aprendía. Él tenía mucha curiosidad por saber que era lo más pequeño con vida, que había en el mundo. Cuando estudié la célula, fui con la noticia. Al describírsela, él me dijo: Tienes razón es lo más pequeño que tiene vida pero, tiene partes más pequeñas. En cuanto me hablaron del átomo, fue una cosa parecida. En este punto yo me di cuenta que el Universo era como un átomo gigante, él me entendió.
Al ir a la Facultad y empezar con Einstein y todos los demás, se lo conté, se quedó pensativo y me dijo, seguro que hay algo más pequeño que todavía no sabemos ver. Porque Dios puede hacer esto y más.
Solo muchos años después, este último verano de su vida, estuvo conmigo trabajando y creando estas esencias vibracionales, él no entendía lo que estábamos haciendo, pero puso sus últimas energías en ayudar todo lo que pudo, sin preguntas ni condiciones, solo porque sabía que era importante, aunque fuese inconscientemente.
Como todo en la vida, llegamos gracias a un cumulo de sincronicidades. El elaborar estas esencias fue una de estas. Así que empezaré por casi el final. Donde he veraneado durante los últimos 44 años de mi vida, un día de principios de verano de 2010, me encontré con nuestra vecina, con la que solo nos saludábamos, aunque nuestros hijos son amigos. Nos pusimos a hablar y ella me expreso su curiosidad por elaborar esencias como las de Bach. Yo le dije que sabía un poco como hacerlas, pero...como siempre, esos “peros”...no sabía si sería capaz de hacerlo bien. Ella también tenía una idea parecida de cómo hacerlas. Esperábamos algo para empezar, y nos animamos una a otra.
La primera que hizo fue la Violeta de agua, como no. La que te hace salir de tu soledad.
Yo estuve toda la semana pensando en cual quería hacer primero y pensé en Malva y Avena  También donde estaban las mejores pero, no podía estar allí. Cuando nos vimos ese fin de semana, ella las había recolectado de los lugares donde yo había pensado. ¡Esto es comunicación y no tanto teléfono!
Por la salud de mi padre me quedé en el pueblo y empezamos. Elaboramos las 15 primeras que nos dieron la energía y alegría necesarias para todo lo que tenía que venir después. Era como jugar, nuestras almas de niña salieron a flote.
 Sabíamos que lo teníamos que hacer, todas las flores nos llamaban como diciendo”yo quiero colaborar, yo también”.
Nos encontramos con que solo las podíamos hacer de una manera y no era la ortodoxa, así que pensamos, esto tiene que ser así porque es como se hace fácil para nosotras. No entendíamos mucho, al principio, solo seguíamos nuestro instinto.
La semana de agosto cuando caen las Lágrimas de San Lorenzo sentí que tenía que hacer esa esencia. No sabía cómo, porque me iba a saltar todas las reglas sobre cómo hacerlas…Sol, contacto,...ufff. Mi alma de niña me animó. Estamos jugando, no te acuerdas. No tienes una pared delante ¡es solo una cortina! Así que, después de muchas dudas me lié la manta a la cabeza y la hice. Solo entonces entendí de qué iba el cuento. Había encontrado la manera de hacer una esencia que no era dual. Las esencias hasta ahora solo llevaban energía masculina, que ya está bien que se sane, ¿pero y la femenina? En estas esencias sanaba nuestras dos energías en una sola. A partir de ahora somos Uno y así tenemos que sanarnos. Entendí que estaba incluyendo algo más en las esencias y era la Conciencia Universal. Se lo comenté a mi compañera y ella lo vio igual, no me puso ninguna traba a cambiar otra vez el proceso.
Desde ese momento empezamos una locura de creación, con flores, insectos, minerales, etc… en las que hemos incluido estas dos energías. Fue un año intenso hasta que terminamos el ciclo.
En septiembre, otra sincronicidad me empujó a  preparar una esencia con los Arcángeles y San José.  Me hizo cambiar otra vez la manera de hacerlas, en ella se incluye la “Llama Trina”.
Por otra parte en marzo del año siguiente, mi espíritu inquieto, que no para, me soplaba en la oreja que tenía que hacer otra cosa...
Una amiga que me conoce mucho, me dijo: “Creo que tendrás que hacer otras” y yo “valeee, ya voyyy”. Así que fui a su casa y lo que parecía que iba a ser un fin de semana de descanso, fue una apoteosis de 15 días y 56 Maestros Ascendidos canalizados. Desde aquí les doy las gracias a los 56 porque, nos dieron descansos para poder asimilar todo lo que teníamos que entender. El Maestro Pitágoras nos dio dos días y medio para poder preparar su canalización.  Entre medio, nos llegaban sincronicidades múltiples, indicándonos que estábamos en el buen camino. Un remolino de energías se movía alrededor de la buhardilla en la que trabajábamos y dormíamos.
Como quizás no teníamos bastante, cuando ya casi acabábamos, nos pareció bien canalizar un Ángel, VEHUHIAH, el primero de los 72 genios de la Cábala y en esto estoy ahora trabajando. A mi ritmo, hasta que nadie decida lo contrario...
En estas esencias lo que hemos observado con su utilización es que crea un cambio muy rápido y un equilibrio muy potente. De todas maneras tienen una energía muy suave, es decir que el cambio que se produce en la persona, es con una apertura hacia el amor incondicional y empatía hacia el prójimo. Los terapeutas que las utilizan nos explican que las personas que las usan se abren a vivir desde el entendimiento a través del otro. Se sana esta parte oscura que todos tenemos en un grado u otro, dando luz desde el amor.
Hay algunas que son muy activas en cuanto a limpiar, como es la esencia de “moscas” que elimina muy vorazmente todos esos residuos que llevamos.
Otras cortan con situaciones que nos encontramos a diario en el trabajo o en lugares que tenemos que frecuentar como es Sempervivum tectorum.
Otras que los terapeutas utilizan mucho son la de “calabacín” porque armoniza todos lo chacras, sobre todo en las mujeres. “Malva”, porque hace que se acepten todos los cambios de la vida y deja que fluyamos. Las “abejas” que nos ayudan a centrarnos en nuestro trabajo, sin tener en cuenta las distracciones que los otros ejercen alrededor nuestro.  Es muy eficaz para los adolescentes que estudian. “Correhuela” que da alegría para aceptar los cambios y la vida. A mí me gusta usarla cuando hay reuniones porque, armoniza y hace que las personas empaticen unos con otros.
A este ritmo las esencias se han ido creando ellas solas. He elaborado algunos maestros más, hasta un total de 64.
En la actual cojuntura, y queriendo hacer algo efectivo para ayudar a las personas, en el cambio de energías, me surgió la elaboración de unas esencias que son un proceso interno, en el cual cada uno se armoniza poco a poco con las nuevas vibraciones. Se llaman “El camino de Isis”. Los beneficios que se consigen en su venta, van destinados al proyecto “Harwitum, el camino del Norte al Sur”.
Esta primavera, las flores me pedían que les volviese a hacer un poco de caso. Por lo que en colaboración, hemos elaborado 30 nuevas esencias, con todo lo aprendido en estos años. Las siento muy diferentes de las primeras, más sutiles y con energías renovadas.
Es un poco difícil de escribir sobre algo que una hace porque lo siente así. Elaborar esencias es algo que sale de dentro de uno mismo. Solo puedo decir que es una orden interior que te impulsa a hacerlo y de la mejor manera posible.
En estas esencias hay todo el amor y el sentimiento que es necesario para vivir. Ellas nos están dando esa energía y quieren llegar al mayor número posible de personas.
La manera en que se  elaboran estas esencias  florales, es distinta a la mayoría de las que conocemos.
Hasta ahora, las esencias florales llevaban la energía masculina del sol, en estas hay energía masculina y femenina. Solo se nos ha permitido elaborarlas de esta manera.
Además, hay unas esencias frías y otras calientes, según actúa la flor y la estación del año.
En cuanto a las de insectos, ellos nos dan su mejor hacer en cada caso.
Estas esencias actúan muy bien en personas que empiezan en estos tratamientos, porque les limpian y preparan para las siguientes.
Las esencias vibracionales de Maestros Ascendidos, Ángeles, Constelaciones y demás, son energía muy limpias y puras. Actúan de manera muy rápida para poder ayudar a la comprensión de las nuevas estructuras.
En personas que ya han trabajado, ya sea con esencias florales o alguna otro tipo de técnicas de crecimiento personal, las de Maestros Ascendidos actúan con rapidez y claridad.

Se pueden trabajar en conjunto, unas con las otras, eso siempre depende de cada caso.
Aunque yo explico cómo lo he vivido, aquí hay la conciencia y el trabajo, de todas mis compañeras que están colaborando conmigo, sin ellas quizás estas esencias aún no hubiesen visto la luz. Ellas me han elegido como la voz que explique lo que entre todas se está trabajando.
Aunque las primeras esencias estuvieron elaboradas según el método que utilizó el Dr. Bach, en la actualidad no hay alcohol, por lo que pueden ser tomadas por todo tipo de personas.
En todas las esencias hemos incluido una protección para las radiaciones electromagnéticas, porque vivimos rodeadas de ellas y reprogramación de ADN.
En preparación...más. No sé que, cuando, como,...nosotras solo obedecemos, aunque a veces remoloneemos, demos vueltas al asunto y todo eso que a todos nos ocurre a veces.
Ahora, después de este trabajo, he de decir que la parte más pequeña, la más grande y la Única es nuestra Conciencia y eso es Dios. Esto es lo que hemos intentado poner en estas esencias.
Estas esencias actúan en diferentes niveles de conciencia. Las primeras actúan en el despertar, cuando la persona decide que quiere estar en otro nivel, es decir quiere despertar su conciencia. Nos aportan la voluntad, alegría y aceptación de los cambios que nuestra vida va a tener a partir de ahí.
En un segundo nivel, cuando aceptamos la transformación y esto va ocurriendo, nos ayudan a despegar y dejar atrás los viejos patrones de vida. Con ello puede ser que dejamos situaciones, personas y todo ello tiene que ser con amor, aceptación y resolución. El no preocuparnos lo que otras personas piensen, seguir con nuestro trabajo de crecimiento personal, es lo importante en este momento.
En el tercer nivel, cuando todo esto se está materializando,  las esencias nos acompañan para que podamos aceptar todo lo conseguido y ver lo que ha quedado atrás como algo que ya no necesitamos y reconocer lo nuevo como mejor.
Al final del camino, los Maestros Ascendidos y los Ángeles, nos ayudan a dar el último paso hacia nuestra conexión con las nuevas energías y nuestra verdadera conexión con el Cosmos.

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